enero 08, 2010

Castillos Sangrantes . . . (Parte V)

Desesperada caminas de un lado a otro, supervisando por vigésimo sexta vez que todo este perfecto, que no haya nada que no pertenezca a tu pintura, esa que imaginaste con tanto cuidado, con tanto detalle... con tanta furia. Te paseas prendiendo todas las velas que pudiste encontrar...
El aroma a humedad que hay en ese majestuoso comedor, de pronto se torna dulce a la espera de tu glorioso final...
Acaricias cada una de las sillas que hacen de testigos ante el banquete... abres otra botella de vino para darte valor y vuelves a retocar tu maquillaje... Estás radiante, sensual y más hermosa que la luna llena...
De pronto llega tu momento, ese hombre al que esperabas con tantas ganas, ha llegado por fin a su destino... Te mira impresionado, puedes leer 'lujuria' en sus ojos y 'muerte' en sus labios. Te acercas lentamente a tu presa, esta noche no lo dejarás ir...
Tus brazos alrededor de su cuello, acercas tiernamente tus labios a los suyos y reprimes tu asco, tus nauseas de estar ahí jugando tu perfecto papel, de la perfecta mentirosa...
Sus manos recorren tu cintura, lo paras con una sonrisa inocente y le ofreces una copa de vino... Ya no puedes esperar más, ya no quieres más hipocresía, te sientes sucia, tonta... pero la sensación de esperar un momento más, te seduce, te atrapa y lo llevas a la mesa...

(Continuará . . .)

enero 07, 2010

Escapando de mí...

Tengo un nudo en la garganta, como si ese duendecillo que vive en mi interior quisiera salir...
Siento como si se estirara y llegara a tocar mis ojos, los humedece un poco y he dejado de sentir cosquillas... Sus bromas ya no me causan risa, y le ha cambiado la voz; ya no es graciosa e inocente como ayer, hoy se tornó grave, pesada, como si no soportara estar vivo ni un segundo más...
Esa criatura en mí, ahora quiere salir... Se esta entrometiendo entre mi voz y mi cabeza, por eso mis dedos me salvan, no me deja pronunciar, no me deja ver tampoco... La frustración le ha ganado y ahora detesta la empatía...
Comienzo a sentir el vacío que dejará en un momento, creo que ya hasta lo extraño...
No, esperen... se ha arrepentido ya... vuelve a acorrucarse despacio, como si no tuviera opción... ya no hay nudo en la garganta, ya no hay labios sellados, ahora sólo está esa lágrima que se funde con esta flor...