Y te dejo libre ahora...
porque lo mereces,
porque es momento,
porque te quiero feliz,
aunque no sea conmigo...
Hoy suelto esa mano que me inventé para aferrarme a ti,
a nuestros años, a nuestros cuentos...
a todos esos sueños compartidos,
esas palabras ausentes,
miradas dulces y brazos de sol...
Eres libre hoy... aunque agonice,
aunque mis ojos no dejen de llorar,
aunque el impulso de mandarte mi mañana no me deje en paz...
Te dejo por fin...
porque te amo,
como desde hace tantos años...
Eres libre, amor... eres libre . . .