Desesperada caminas de un lado a otro, supervisando por vigésimo sexta vez que todo este perfecto, que no haya nada que no pertenezca a tu pintura, esa que imaginaste con tanto cuidado, con tanto detalle... con tanta furia. Te paseas prendiendo todas las velas que pudiste encontrar...
El aroma a humedad que hay en ese majestuoso comedor, de pronto se torna dulce a la espera de tu glorioso final...
Acaricias cada una de las sillas que hacen de testigos ante el banquete... abres otra botella de vino para darte valor y vuelves a retocar tu maquillaje... Estás radiante, sensual y más hermosa que la luna llena...
De pronto llega tu momento, ese hombre al que esperabas con tantas ganas, ha llegado por fin a su destino... Te mira impresionado, puedes leer 'lujuria' en sus ojos y 'muerte' en sus labios. Te acercas lentamente a tu presa, esta noche no lo dejarás ir...
Tus brazos alrededor de su cuello, acercas tiernamente tus labios a los suyos y reprimes tu asco, tus nauseas de estar ahí jugando tu perfecto papel, de la perfecta mentirosa...
Sus manos recorren tu cintura, lo paras con una sonrisa inocente y le ofreces una copa de vino... Ya no puedes esperar más, ya no quieres más hipocresía, te sientes sucia, tonta... pero la sensación de esperar un momento más, te seduce, te atrapa y lo llevas a la mesa...
(Continuará . . .)
sin piedad, eh? Jaja. La verdad no tengo malas criticas, me late mucho como va la historia. A ver cuando sale la continuacion :) Un abrazo
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