Hoy recordaba nuestra historia... los sucesos azarosos que nos hicieron encontrarnos... Las miradas tímidas que escondían cualquier tipo de interés... o los besos reprimidos bien ocultos en el subconsciente...
Todo era incierto... analizándolo bien, había un algo en el interior que pretendía ser un impulso... incómodo y un poco disgustante por la repulsión hacia un nuevo comienzo que podría ser el final cuando recién abrieras bien los ojos...
También me pongo a recordar los mensajes tranquilos y pseudo-espontáneos... esos que realmente estaban pensados de horas... a veces de días... pero que se frenaban por temor, por orgullo o simplemente porque el cruce de emociones era tanto que no se podía distinguir una sola... pero finalmente escapaban, y recuerdo cómo al leer se dibujaba una sutil sonrisa en mi rostro y mi corazón parecía saltar un poco...
Hoy también me acuerdo del capricho sospechoso que rondaba mis ideas y de tu forma de salir corriendo con uno de mis movimientos temblorosos en medio de los rayos de luna que una película dejaba escapar...
Esta noche recordaba aquel día que terminaba en tus labios y en las preguntas y en ti... y esa semana de respuestas y ese mes de desespere y los meses posteriores de risas y abrazos y besos y llantos... Pero más que cualquier cosa, hoy recordaba tu cuerpo y tus ojos que hace apenas unas horas, gritaban por mi cariño...
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