Sí, sí, sí...
Somos los mismos de siempre.
Los de las fotos, los de las sonrisas,
las discusiones, las risas, los besos...
Aquellos entes extraños
que no definen pero sí juegan,
y de demostrar mejor ni hablamos...
Somos esos científicos
que no explican pero concluyen,
que no entienden pero disfrutan,
que ya no responden pero cuestionan...
Somos aquellos amantes
que no se conocen pero se saben,
que no se ocultan pero temen,
que no pregonan pero aceptan...
Somos esos filósofos
que no inventan pero describen,
que no vuelan pero ven hacia arriba,
que no pelean pero defienden,
que no duermen pero sueñan...
Somos aquellas personas
que no quedan ciegas pero se entregan,
que no ven las rosas pero sí la magia,
que no idealizan pero sí aman...
Somos dos niños
que no preguntan pero experimentan,
que no trepan pero brincan,
que no oyen pero escuchan...
Sí... seguimos siendo nosotros,
los irónicos, los sarcásticos,
los odiados, los enamorados...
Los que se quedan sin palabras
después de quedar sin ideas,
los que pintan con caricias
después de pintar con sonrisas,
los que viven esperando
tan sólo el siguiente día,
los que escriben y se quedan,
sólo con el fantasma de una noche sin palabras...
Somos esos individuos
románticos y misteriosos,
juguetones y silenciosos...
Somos sólo un par de locos,
que no comprenden el 'por qué',
pero provocan el 'cuándo' . . .
Hoy somos el ahora... el mañana... y el ayer...
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