Lo miras atenta, nauseabunda... lo ves engullendo todo eso que tu servidumbre sirvió, siguiendo tus instrucciones...
Todo un banquete... - Te luciste- dice ese grotesco personaje de tu escena final... y tu sólo sonríes, coqueta, con esa mirada tierna que le cautiva y ese sensual movimiento que te acabas de inventar...
Termina, por fin, está un poco drogado por todo lo que fue capaz de comer, y tú, apenas has probado bocado... ese éxtasis que sientes no te permite querer nada más... casi mueres en el intento de mantener la calma...
Por fin te levantas de la mesa y vas directo al otro lado con tu vestido rojo, ese escote majestuoso y tu copa de vino en la mano derecha... te acercas despacio y él te mira con ojos perdidos, excitado, sabes bien lo que pasará a continuación, es una escena que ya conoces... Pero esta noche será diferente...
Tu caminar es lento, sexy... nunca supiste que tan tentadora podías llegar a ser...
Y sus manos alcanzan tu cintura, y te toca, te acaricia con fuego imposible y tu finges estar extasiada...
Dejas tu copa de vino sobre la mesa, lo tomas de la mano y lo llevas a la chimenea... oh! cuánto disfrutas esto, pronto, pronto... ya llegarás a tu clímax...
Te posas en la alfombra para que él vaya al encuentro de su siniestro destino... y lo tienes en tus brazos...
Lentamente acaricias tu pierna que ese vestido deja al descubierto y tu mano se encuentra con algo frío... sí, tu amigo... abrazas su empuñadura... y con un movimiento rápido dejas que su metálico filo bese en silencio su garganta . . .
(Continuará . . .)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Criticame sin piedad si eres capaz de nadar entre mis palabras...