Como un depredador espera la vulnerabilidad de la liebre, así me caza... Lento, sin prisas, sin movimientos en falso... Acorralada... Cuando no hay para dónde más voltear la cabeza... Ahí está... Frío, con los ojos ardiendo en llamas... Cruel, despiadado... Mis ojos se cruzan con su mirada... Casi me consume, casi me hipnotiza... La fragilidad de mi cuerpo nunca fue tan evidente, tan peligrosa, tan presente... Pero no hay mucho que hacer... No existe grieta por la cual escapar vuelta cenizas... Sólo queda esperar la fatalidad, cerrar los ojos y entregarse al destino... A mi verdugo repentino, a mi pesadilla recurrente... El mundo real desaparece, se desvanece en la furia tormentosa de un manto oscuro y turbulento que desata mi corazón en el esfuerzo de no volcarse en el abismo de mi suerte... Y sigue ahí, torturando mi psicología simple, niña, asustada... No da un paso más ni mueve una sola célula de su cuerpo... De ese cuerpo sin forma, sin sombra, sin rostro y sin nombre audible para la humanidad... Su nariz con la mía, sus ojos clavados en lo más profundo de mí... Y su puñal suspendido, flotando virtualmente en esa escena congelada... Me provoca nauseas... Aunque no lo pueda ver ya lo odio... Conozco su siguiente movimiento, viene haciendo lo mismo desde hace casi una década... Y no logro construir el arma, mi oportunidad pequeña y tonta, pero oportunidad al fin... Mi respiración se agita, llega el momento, ya casi, ya casi; lo puedo presentir... Se aleja un poco, como para robarle fuerza al espacio que ahora existe entre nosotros... Ataca!!... Ataca y mis brazos no sirven de escudo, mi llanto deja de ser audible, mis piernas pierden el control... Resiste, resiste, solo un poco más antes de morir en sus brazos... La calma llega... Todo es confuso, difuso, irreal... Pero la paz no se queda a mi lado... Como fénix resucito y vuelvo al mundo real... Sólo veo lo que fuese su espalda alejarse de mi, poco a poco... Diciendome: 'pronto volveré, no tendrás tiempo de extrañarme' . . .
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Criticame sin piedad si eres capaz de nadar entre mis palabras...