octubre 24, 2010

Aurora y Gonzalo . . .

Aurora era una mujer sonriente... Con la vida en sus ojos y la felicidad en su nombre... Admiraba la luna más que a nada... tan lejana, tan bella, tan inerte... Y vivía feliz al lado de su pareja...

Gonzalo era un hombre fuerte, trabajador, compasivo, sensato, con un caminar pausado y un sólo amor en su vida... Adoraba la sonrisa de su mujer, vivía para ella, respiraba a su lado y sentía una enorme tristeza cuando la veía derramar una lágrima...

-Cáncer- dijeron... no había esperanza...

Ella se rehusó a someterse a tan violenta tortura... no la curaría, sólo tendría unos años más de vida... Pero qué son unos años más de sufrimiento a unos poco de moderada tranquilidad...

Él vivía con el miedo de perderla... A ella le gustaba alejarse a la playa, caminar por esa arena solitaria y sentir la fría brisa en su espalda... Le gustaba dejar de reprimir su llanto... y viendo hacia el mar, dejaba a sus lágrimas recorrer suavemente sus mejillas...

Los tiempos de enojo y desesperación habían terminado ya... Sólo quedaba desesperanza y una triste respiración tranquila, que irónicamente, buscaba frustrada esa paz, que le fue arrancada a su sombra en algún momento de su enferma realidad.

Su mirada le pertenecía al horizonte, sus pensamientos a la nada y su corazón, aunque dolorido y pesado, seguía siendo de su marido, de su fuerza... de ese hombre que prometía sin promesas eternidad...

Tenía ya cinco meses de no hablarle, de no decirle nada más allá de un 'Te Amo' ocasional... Y él, de alguna extraña manera, comprendía su silencio, su limitación a asentir o negar con la cabeza, y procuraba siempre estar para ella, tener un beso dulce y una palabra tierna.

Ella adoraba sus atenciones, y buscaba su mano debajo de las cobijas, encontrando en su respuesta la sonrisa perdida por tanto tiempo...

Él era los brazos que la animaban a seguir, los labios que la hacían olvidar su infierno íntimo y personal... Ella era su princesa, su frágil y hermosa muñeca...

Fue con una sonrisa y un 'Te Amo' que ella se despidió... después de diez años de luna de miel, había llegado la hora... Aurora se quedó sin fuerza para seguir luchando... Gonzalo se tragó su dolor y la besó, antes de que pudiera cerrar los ojos...

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