En blanco y negro...
con esas marcas que nadie sabe de dónde salieron.
El revelado fue impecable...
la impresión, bueno, tuvo sus problemas...
La veo más sepia que blanca,
con ese toque de nostalgia que te deja la lluvia en un día solitario...
Y la composición, bueno...
Se trata de una chica, sonriendo...
pero su sonrisa parece irónica...
como si se burlara de una vida que ni siquiera entiende...
En su mejilla se percibe una lágrima, seca...
pareciera que ha llorado toda una eternidad,
y que ya se cansó de hacerlo...
El dolor en ese perfil es claro...
se ve impotencia, apatía, confusión...
Me pregunto cómo será ser mirado por esos ojos,
que ahora clava en una rosa marchita,
probablemente roja en sus buenos días...
Su mano aparenta acariciar algo que ya no está ahí...
Su cuerpo es el de una mujer frágil pero firme al mismo tiempo...
Se ve rendida...
como si ya no supiera que hacer y no tuviera ganas de averiguarlo...
El café derramado en el piso debe estar frío ya,
su guardiana se ha roto y yace ahí, a su lado, compartiendo su tristeza.
Parece el amanecer...
Y creo que para ella, eso ya no significa nada . . .
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