En la casa de su nana Scarlet no paraba de pensar en eso hombre que la horrorizaba y le encantaba a la vez...
Una noche decidió salir, así sin pensarlo sólo camino hacia la casona... No había nadie afuera y se decidió a entrar... pisos de madera nuevos, paredes rotas, polvo, telarañas y herramientas...
Algo le dijo que se dirigiera a los pisos superiores... llegó a lo que parecía haber sido una recámara hermosa, con una cama rota y un ventanal empañado... Se acercó a la ventana... aparentemente la casona escondía un glorioso jardín... era como si nadie lo hubiese abandonado...
En el silencio de la noche de pronto escuchó un crujido lejano... volaron ramas y flores en llamas... alguien estaba ahí... furioso... Una silueta apareció ante sus ojos y de pronto sintió que la miraban... sintió el impulso de escapar inmediatamente, pero antes de dar el segundo paso, el muchacho estaba frente a ella... sucio pero precioso... con esa sonrisa hipnótica de toda la vida...
-Perdona el desastre querida- murmuraba muy cerca de su cara... -Esta es ahora tu casa-
Scarlet cayó entre sus brazos desvanecida... Seguramente no esperaba lo que vería cuando abriera los ojos . . .
(Continuará . . .)
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