Era una nube de hielo la que me abrazaba en ese momento...
Un torbellino de fuego, un impulso irresponsable y un deseo insoportable...
Era una montaña empinada la que se paraba frente a mi...
Un estúpido océano oscurecido, una rosa marchita y una botella de whisky...
Era una primavera helada la que no dejaba rastro de arcoiris...
Un asiento vacío y un par de palabras al viento...
Era un día en el que el mundo no dejó de girar pero los minutos parecían eternos y los sonidos sordos y las canciones tonterías...
Fue una noche sin estrellas y una luna sin brillo,
cuando esa sombra sin dueño acarició mi piel apenas cálida
y desperté con un grito...
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Criticame sin piedad si eres capaz de nadar entre mis palabras...